Longlegs (Osgood Perkins, 2024)
De asesinos en serie hay muchos filmes. Algunos más acertados que otros, con villanos más memorables, o protagonistas más carismáticos. Pero de los últimos treinta años, todos van tras la estela de The Silence of the Lambs. Y Longlegs no iba a ser la excepción. Hay una estética, y es relevante. Eso es innegable. Oz Perkins encuadra para crear sensaciones, para narrar algo y sugerir. Quizá su fotografía se siente impersonal, sobre todo porque abusa de esas iluminaciones y esos juegos de cámara tan A24 (sin serlo) tan «modernos». La historia, como decía, es otra vena salida del tronco de The Silence of the Lambs. Joven del FBI se enfrenta en su primer caso a un peligroso asesino en serie. Y créanme, Maika Monroe en el papel principal brilla. Pero…