Challengers (Luca Guadagnino, 2024)
Con respecto a Challengers, dos cosas: 1. La película vive en la música de Trent Reznor y Atticus Ross.2. La sonrisa de Josh O'Connor es un personaje más con una narrativa propia. A partir de estos dos elementos, Guadagnino crea una especie de mito extraño. Esta música, abierta y frontalmente extradiegética, desvergonzadamente artificial y brutalmente superpuesta a las imágenes, es de una valentía y un ingenio descomunales. No solo indica el sentido, sino que construye caminos nuevos dentro de las ideas que plantea el filme. De nada servirían todos esos juegos de cámara, esos planos imposibles, esos giros suicidas sobre el eje, esas conversaciones sin escorzo, de no ser porque están agarradas a un elemento superior que las une. Probablemente, una de las bandas sonoras más audaces en tiempo. Hay un triángulo amoroso,…