James Gunn en Slither vive anclado en el homenaje (a Cronenberg, a The Shining, a A Nightmare on Elm Street, a The Thing). En una suerte de humor-no humor que parece querer ser serie b sin serlo, body horror pero blando, consciente de sí misma pero seria.
Resuenan algunas ideas interesantes, como cierto contexto político o algunas metáforas sobre la alienación con carácter. Pero este terror inocuo en el que todo parece querer guardar alguna vis cómica (no es Sam Raimi, no es Peter Jackson) se percibe sin forma definida.