No puede pasar la temporada de cine de terror sin ver algunos despropósitos. Casi me atrevería a decir que me faltaría algo. El que me ha tocado esta vez es Texas Chainsaw 3D. Vamos con unos comentarios en corto porque esta vez la cosa no va a dar para mucho.
Nos situamos: secuela directa de la original del 74. Todas las movidas que se hicieron con la saga entre medias son obviadas porque patata. No me voy a liar mucho con la excusa argumental porque tiene tan poco sentido que explicarla en más de cuatro líneas sería dignificarla.
La película va de una chica muy guapa que descubre cosas de su familia que harían vomitar a una cabra pero que ella se toma de risas porque La Sangre y La Familia. Vive un infierno pero sigue guapa. Creo que algo así tenía en su cabeza John Luessenhop. Si no, no me lo explico.
Los protagonistas proponen un descenso a la estupidez tan absolutamente demencial que uno se queda paralizado mirando la pantalla. Si por algo merece la pena ver este dolor fílmico es porque no parecía posible tocar tantos estereotipos y lugares comunes de una sola sentada.
Ahora en serio: el montaje es un desastre, no hay dirección, el guion parece escrito por un preescolar, las interpretaciones rozan el absurdo. No sirve ni como serie b. No tiene encanto ni ningún atractivo. Un espanto en toda regla que solo busca capitalizar un mito.