por David G. Miño

The Substance (Coralie Fargeat, 2024)

Críticas breves | FECHA DE PUBLICACIÓN: octubre 12, 2024
Póster

Hablando de The Substance, creo que hay que valorar dos dimensiones: por un lado, su faceta política, entendiendo esto como el comentario que propone sobre sus temas a cualquier nivel. Por otro lado, sus características cinematográficas, las que solo dependen de la forma.

1. Faceta política: Coralie Fargeat propone un filme comprometido y denso. Ofrece un comentario sobre el papel de la mujer en nuestro entorno sociocultural, y lo hace con denuncia, con acidez y un sentido del humor oscuro que sabe sacar punta a sus ideas. Tiene mucho dentro.

Vamos con un pequeño recorrido:

—Habla de la imagen y de cómo fagocita todo a su alrededor.
—De edadismo, del reemplazo al que se somete a los cuerpos sin importar lo que lleven por dentro.
—De la insensibilización a la que estamos expuestos.
—De la fragilidad de la mente.
—De todo lo que somos, lo que queremos ser y lo que en definitiva acabamos siendo. Y de cómo son tres fases que están tan influenciadas por lo que nos rodea que se convierten en distorsiones.
—De luchar contra el patriarcado desde las entrañas, con autocrítica y responsabilidad.

2. Faceta cinematográfica: The Substance es una película de extremos. Un cine agresivo. Tal y como lo es el de Cronenberg (del que hay mucho aquí) o el de su compatriota Julia Ducournau. Esto puede provocar una lectura menor de su estilo, una reducción de sus virtudes.

Vamos a ello.

—Hay un uso del color excepcional. Compone un aspecto psicológico basado en cromatismos que tiene mucho de lo que tirar (recomendación a este respecto: Psicología del color, de Eva Heller).
—Los espacios tienen relevancia. Se apoya en las líneas y las fugas. Su narrativa está muy bien relacionada con esta construcción espacial. No inventa nada, pero lo que hace lo hace con estilo e intención.
—El sonido. Este punto es de los más relevantes. Se vuelve artificial, exagerado, emocional. Amplifica lo que oímos para narrar algo con ello.
—Las interpretaciones. Demi Moore y Margaret Qualley están fantásticas. Comprometidas con sus papeles. Sus trabajos son exigentes a muchos niveles (emocional y físico sobre todo), y salen exitosas de la gesta.

En su globalidad, es una película bien cerrada, pensada y ejecutada. ¿Defectos? Casi ninguna obra escapa a ellos, y negarlos suele ser muestra de cierta miopía crítica (otra cosa es que sean invalidantes o no). Así, a veces es un poco obvia, a veces reitera algún concepto. Nada demasiado grave aunque, por supuesto, sí reseñable.

The Substance es una película de su tiempo, que posee un estilo innegable, que no tiene miedo de exponer un mundo deformado en toda su amplia distorsión y que se atreve con esa línea tonal tan fina que va de lo terrible a lo patético y a lo siniestramente cómico.

Para ampliar el tema, en este texto desarrollo mucho más todos estos puntos y añado bastantes por el camino.

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