Pocos cineastas manejan la incomodidad y la agresividad como Cronenberg. La tensión, la ambigüedad, el pasado y lo que significa. Es esta una pieza precisa, de intensa búsqueda psicológica y social. Viggo Mortensen y Maria Bello impresionan.
Es una de esas películas llenas de matices y zonas grises, que atrapan al espectador por su precisión quirúrgica a la hora de crear una psicología y un trasfondo, una ambivalencia y un sentido de la puesta en escena al servicio de la narrativa.