por David G. Miño

El chico y la garza (Hayao Miyazaki, 2023)

Críticas breves | FECHA DE PUBLICACIÓN: noviembre 2, 2023
Póster

Vamos con unos comentarios acerca de El chico y la garza, la última obra del inmortal Hayao Miyazaki.

1. La animación y el imaginario de Miyazaki son extraordinarios. La conjunción entre lo puro y lo tóxico, lo infantil y lo maduro, lo colorido y lo monocromo, lo terrenal y lo infinito, es de una pureza y una belleza colosal.

2. Para que no haya equívocos y a pesar de lo que se lee por ahí, no es una traslación uno-uno a la pantalla de la obra de Genzaburô Yoshino, sino que en cierta manera la integra dentro de su narrativa y le otorga una importancia entre lo lateral y el homenaje.

3. Se le intuye un punto autoficticio muy potente. Hasta el punto de que a veces se puede llegar a desdibujar qué forma parte de una narrativa, la interna, y qué de la otra, la del propio cineasta. Y eso, pese a todo, juega en su contra.

4. A un nivel filosófico, se le deben extraer más figuras de las que habrían de ser necesarias para entrar en su universo.

5. Su fragmentación tonal y narrativa, ampliamente justificada, es tan carrolliana como propiamente miyazakiana. Hay una discrepancia entre la realidad y la aceptación muy significativa, que está representada con unas imágenes tan sugerentes como, a la postre, crípticas.

6. Ejerce una fascinación difícil de pasar por alto, tanto porque interconecta sus set-pieces más allá de lo narrativo como por la búsqueda incesante del sentido que inyecta en el espectador.

7. A pesar de todo, el «qué» está por debajo del «cómo», como en cualquier obra de altura. No importa tanto lo que quiere decir como el hecho de que lo diga de esa manera. Su sentir y su poética son universales.

8. Los personajes son de trazo fino, pero en cierto modo impenetrables. Vivirlos no depende tanto de su lírica como de la fertilidad de sus acciones.

9. La partitura de Joe Hisaishi es un prodigio de delicadeza y melancolía. No solo refuerza las imágenes, sino que evita los guiados emocionales para, en su lugar, construir unos leitmotivs sencillos pero muy sugestivos.

10. El chico y la garza lo tiene todo para volar alto. Ética y estética. También tiene alguna irregularidad en el ritmo y cierto sentido de la interpretación demasiado afectado. Pero es también una obra relevante, sustancial y digna de la mejor conversación.

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